Yo,yo misma, y mis circunstancias.
A veces la soledad es tan pura que me siento desnuda sobre un manto acolchado de nubes. Libre de todo pasado, presente y futuro, como antes de nacer. La soledad hace que extienda la mano y vea en ella las miles de posibilidades y caminos, de aventuras y llantos, de gente, fotos y recuerdos que puedo coger, almacenar, infinitos como las elecciones posibles de una vida. Me miro despacio, y descubro un cuerpo, un animal, hecho de carne, de células, de átomos iguales a los que componen todo el universo. Estoy hecha de polvo de estrellas, de prados, de mares y rocas, del pico de un albatros y de la piel de una nutria, de los ojos de un mochuelo y la cola de un macaco, de las manos de un topo y las alas de una libélula. Y pienso, pero no desde un alma especial y única, sino desde un cerebro, desde conexiones que colocadas dan como resultado mi ser. Es increible, pero la soledad me da toda la libertad, me da alas, y la compañía de una ciudad-sociedad me atan al suelo, a las normas, a lo que se supone que debo hacer. Soy libre, y si tuviera delante mía un genio mágico que me concediera deseos, uno de ellos sería: dame valor para volar.
3 comentarios
pitijopo -
Ogro -
Feliz año
Mati -
Ya sabes lo que te diría
tq...