Carta a nadie
Hola:
Me alegro que todo te vaya tan bien.
Respondiendo a tu pregunta, yo sigo igual. Bueno, quizá sí haya cambiado un poco, porque salgo menos, río muy poco, oculto mis sentimientos, y estoy más sola. No todo es malo. He aprendido a dejar pasar el tiempo sin que me agobie no tener compañía, y a dejar de pensar en las cosas que me hacen daño. Creo que no he cambiado a mejor, pero uno no suele elegir sus cambios. A veces sueño con el amor, la ilusión, la alegría, pero lo cierto es que normalmente no creo que eso llegue de nuevo a mi vida. Y no importa, de veras que no. En ocasiones rozo el amor con los dedos, y me asusto, y me voy. Creo que me estoy acostumbrando a estar así. Es más, creo que ya me gusta estar así. O no, por que no sé hasta qué punto a una persona le puede gustar el que nadie la escuche, o no tener a nadie de confianza, o sentirse una isla en su propia casa. Pero el caso es que voy viviendo, o mejor dicho, voy sobreviviendo, porque dejar pasar los días del calendario sin ninguna ilusión, no creo que sea vivir. Pero no me lamento, ya digo que me he acostumbrado. Ni siquiera tengo ganas de cambiar esta inercia. Como oculto lo que pienso, y lo que siento, nadie me comprende. Pero dejé de hablar porque no servía de nada. He cambiado, bastante. Y además sé que es de dos años para aquí. Antes yo no era así, lo sé. Lo que daría por volver a ser como antes, soñar, tener ilusiones. Pero esa persona murió, y ahora estoy yo. Vacía, como una cascara de nuez. Flotando, sin navegar. Y no, no creo que vuelva a cambiar. Porque dos años ( más o menos) me han llevado a ser como soy ahora, y necesitaría unos 4 para volver a cambiar. Y eso, no pasará nunca.
Bueno,me despido ya.
Un abrazo.
Me alegro que todo te vaya tan bien.
Respondiendo a tu pregunta, yo sigo igual. Bueno, quizá sí haya cambiado un poco, porque salgo menos, río muy poco, oculto mis sentimientos, y estoy más sola. No todo es malo. He aprendido a dejar pasar el tiempo sin que me agobie no tener compañía, y a dejar de pensar en las cosas que me hacen daño. Creo que no he cambiado a mejor, pero uno no suele elegir sus cambios. A veces sueño con el amor, la ilusión, la alegría, pero lo cierto es que normalmente no creo que eso llegue de nuevo a mi vida. Y no importa, de veras que no. En ocasiones rozo el amor con los dedos, y me asusto, y me voy. Creo que me estoy acostumbrando a estar así. Es más, creo que ya me gusta estar así. O no, por que no sé hasta qué punto a una persona le puede gustar el que nadie la escuche, o no tener a nadie de confianza, o sentirse una isla en su propia casa. Pero el caso es que voy viviendo, o mejor dicho, voy sobreviviendo, porque dejar pasar los días del calendario sin ninguna ilusión, no creo que sea vivir. Pero no me lamento, ya digo que me he acostumbrado. Ni siquiera tengo ganas de cambiar esta inercia. Como oculto lo que pienso, y lo que siento, nadie me comprende. Pero dejé de hablar porque no servía de nada. He cambiado, bastante. Y además sé que es de dos años para aquí. Antes yo no era así, lo sé. Lo que daría por volver a ser como antes, soñar, tener ilusiones. Pero esa persona murió, y ahora estoy yo. Vacía, como una cascara de nuez. Flotando, sin navegar. Y no, no creo que vuelva a cambiar. Porque dos años ( más o menos) me han llevado a ser como soy ahora, y necesitaría unos 4 para volver a cambiar. Y eso, no pasará nunca.
Bueno,me despido ya.
Un abrazo.
1 comentario
Steloide -
Si no te apetece ésto involúcrate en algún proyecto. Mantente ocupada NAgarita, por tu dulce voz.